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Nuestros huesos rellenos de pato, con aproximadamente 12 cm de largo y un peso de 120 g, ofrecen una experiencia de masticación prolongada gracias a su piel natural gruesa. El relleno de pato aporta un sabor exquisito y una fuente de proteínas de alta calidad que, además, puede ser ideal para perros con sensibilidades o alergias a otras carnes más comunes.
Nuestros huesos rellenos de pato, con aproximadamente 12 cm de largo y un peso de 120 g, ofrecen una experiencia de masticación prolongada gracias a su piel natural gruesa. El relleno de pato aporta un sabor exquisito y una fuente de proteínas de alta calidad que, además, puede ser ideal para perros con sensibilidades o alergias a otras carnes más comunes.
Su grosor y dureza proporcionan horas de diversión, ayudando a combatir el aburrimiento y la ansiedad.
La textura resistente de la piel natural ayuda a eliminar la acumulación de placa y sarro en los dientes, cuidando las encías y manteniendo un aliento más fresco.
El pato es una fuente de proteína que contribuye al mantenimiento de la masa muscular y de la energía de tu perro, siendo además una opción novedosa en caso de intolerancias alimentarias.
Al tratarse de una proteína menos utilizada en productos caninos, es más probable que tu perro tolere mejor el pato si presenta alergias a carnes como el pollo o la ternera.
La combinación de la piel natural con el relleno de pato logra un sabor único, sin aditivos ni conservantes artificiales, que encanta incluso a los paladares más exigentes.
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