Los riñones son órganos cruciales en la filtración y eliminación de residuos del cuerpo. En casos en los que un perro sufre de problemas renales, resulta indispensable seguir una dieta supervisada y meticulosa para reducir en la mayor medida posible la carga sobre estos delicados órganos.
A continuación, te dejamos una lista de alimentos que debes evitar para que tu querido amigo perruno tenga una buena salud renal:
La proteína en sí no es el componente que se debe evitar, sino aquellos alimentos abundantes en purina y que generan una elevada cantidad de residuos nitrogenados como las carnes rojas y las proteínas de alta pureza. Estos son algunos alimentos a evitar:
El fósforo es un tipo de mineral que resulta difícil de procesar para los riñones que sufren de problemas. Además, el calcio en exceso fomenta la formación de piedras en los riñones. Por lo que es muy recomendable evitar los siguientes alimentos:
El sodio es un componente que contribuye al aumento de la presión arterial, dificultando más el trabajo que tienen que hacer los riñones. Los alimentos ultraprocesados suelen contener una gran cantidad de sodio. Por lo que es recomendable no consumirlos:
Un elevado consumo de potasio puede ser perjudicial para la salud de perros con enfermedades renales crónica, pese a ser un elemento esencial. Estos alimentos, al contener una elevada cantidad de potasio, son recomendable no consumirlos:
Las grasas, así como el azúcar, pueden llegar a ser muy nocivos si se consumen en exceso. Dificultan el trabajo de los riñones y pueden desencadenar en problemas de obesidad y diabetes.
Independientemente del estado de salud del perro, estos alimentos resultan nocivos y tóxicos para cualquier perro:
Evita comprar suplementos que no han sido evaluados y aprobados por un veterinario. Un perro con problemas renales debe estar bajo supervisión profesional y sólo debería consumir aquellos suplementos recomendados por un veterinario. Para asegurar las necesidades dietéticas de tu perro de manera segura y eficaz, es recomendable recibir consejo y orientación profesional por parte de un veterinario y un nutricionista certificado. Así, puedes recibir recomendaciones personalizadas al tipo de problema renal y a la etapa de vida en la que se encuentra tu perro.
